Bielorrusia se ha convertido paulatinamente en una república fagocitada por el Kremlin, en especial desde las últimas elecciones presidenciales del año 2020. Después de las masivas protestas protagonizadas por una sociedad hastiada del autócrata Lukashenko, y de sus sucesivas maniobras para mantenerse en el poder desde el año 1994, solo el apoyo de Putin ha conseguido mantenerlo en la Presidencia de la República. Este libro analiza los orígenes históricos de este Estado, en el núcleo territorial en el que también se conformaron los actuales Estados de Rusia, Ucrania, Lituania y Polonia, para abordar su conversión en un Estado independiente desde finales de 1991, tras la desaparición de la Unión Soviética. Las relaciones de dependencia con Rusia, particularmente desde el Tratado de Unión de ambas repúblicas del año 1999, han acabado por concretarse en la configuración de un líder títere que cumple una función instrumental en la aplicación de la política exterior de Moscú. Lukashenko utiliza a Bielorrusia en estas horas como un Estado desnacionalizado que actúa como cooperador necesario en la agresión contra Ucrania.