Esta obra presenta y analiza la estructura institucional y orgánica de la política común de seguridad y defensa (PCSD), que forma parte de la política exterior y de seguridad común (PESC) de la Unión Europea (UE), y que se ha ido desarrollando por medio de decisiones acordadas por los Estados miembros en el marco de la cooperación intergubernamental. Para el desarrollo de la PCSD, los tratados de la Unión solo preveían la creación de un órgano específico, el Comité Político y de Seguridad (COPS), vinculado a la creación de las misiones de paz. En la actualidad, el desarrollo y ejecución de esta política se apoya en un complejo y múltiple entramado orgánico, no regulado en los tratados de la UE, que depende en su mayoría del Servicio Europeo de Acción Exterior (SEAE) y también del Consejo de la Unión. Por otro lado, la práctica de las misiones de paz, desplegadas por la Unión fuera de sus fronteras desde los inicios del siglo veintiuno, ha permitido desarrollar esta política en su vertiente de seguridad, al tiempo que probar sobre el terreno las funciones de los órganos creados para el despliegue, desarrollo y ejecución de estas misiones europeas. En el mismo sentido, el conflicto de Ucrania ha dado un nuevo impulso al desarrollo de esta política en su vertiente defensiva, con la intervención de la Comisión Europea en la gestión de nuevos instrumentos financieros creados para la defensa de la Unión, así como el aumento de las inversiones en armamento. De entre las instituciones europeas con un menor papel en la PCSD, el Parlamento ejerce un control presupuestario y continúa reclamando una mayor participación en las decisiones políticas sobre esta política, mientras que el Tribunal de Justicia mantiene un papel testimonial en el control judicial de la misma, aunque con tímidos avances en relación con aquellas acciones que vulneren los derechos humanos.