¿Podría la concepción de la migración segura, ordenada y regular, concebida no solo como una aspiración político-normativa, sino también como un derecho individual ligado a la seguridad humana, actuar como catalizador para transformar la gobernanza migratoria global? Este trabajo propone que, al integrar la seguridad humana —centrada en la protección de los derechos y la dignidad de las personas migrantes— en la idea de migración segura, se impulsa el fortalecimiento de marcos institucionales y normativos que promuevan y garanticen un derecho humano a la migración segura, ordenada y regular. Tal derecho se derivaría del conjunto de obligaciones que el Derecho internacional impone a los Estados en relación con la protección de las personas migrantes, tanto en origen, como en tránsito y destino. Dicho enfoque, situado en el centro de un debate social, político, jurídico y académico en constante evolución, aboga por la necesidad de trascender la obsesión por el control de fronteras y reorientar el modelo de gobernanza migratoria hacia la protección y respeto de la dignidad de las personas migrantes.