La guerra en Ucrania ha supuesto un cambio de paradigma en la política de seguridad y defensa de la UE. Ha pasado de ser un tabú en el proceso de integración europea a ocupar un lugar central en la agenda comunitaria. Tal revitalización venía produciéndose de manera progresiva desde la Estrategia Global para la Política Exterior y de Seguridad de 2016. Sin embargo, el contexto bélico transforma la dimensión del proceso. Paradójicamente, nos obliga a dotarnos de capacidades de seguridad y defensa nunca antes previstas, pero nos hace más dependientes y menos autónomos en nuestra capacidad de decisión. El libro analiza críticamente el desafío que supone, así como los nuevos instrumentos de que se dota la UE en esta materia. La guerra obliga a la UE a reinventarse como actor geopolítico y de seguridad, en lugar de actuar solo como un actor normativo y tecnocrático.