La violencia contra las mujeres constituye una de las violaciones más generalizadas y graves de los derechos humanos, que hunde sus raíces en la estructura de poder basada en el género como señaló, ya en 1993, la Asamblea General de Naciones Unidas en la “Declaración sobre la eliminación de la violencia contra la mujer".
A lo largo de las últimas tres décadas, la comunidad internacional ha construido un régimen normativo e institucional para eliminar dicha violencia y proteger a las víctimas. Sin embargo, este problema mundial, lejos de desaparecer, persiste e incluso se acrecienta. Según ONU Mujeres, 245 millones de mujeres fueron víctimas en 2023 de violencia ejercida por su pareja. Y lo que es peor, en el actual orden internacional en transición, el régimen está siendo atacado por una red patriarcal conservadora transnacional que, en nombre de la guerra contra la ideología de género, trata de reformular las normas internacionales o incluso hacerlas desaparecer.
Este libro analiza las limitaciones del citado régimen internacional, así como los desafíos que afronta identificando de dónde provienen y cómo se producen, e indaga en la respuesta de las organizaciones internacionales (Naciones Unidas, Unión Europea y Unión Africana, entre otras) ante las múltiples formas de violencia (violencia doméstica, violencia sexual relacionada con los conflictos y explotación sexual, entre otras).