El libro aborda brevemente el origen y la evolución de los derechos humanos, tanto a nivel universal como regional, y los principios básicos que rigen las relaciones internacionales para luego adentrarse en el sistema interamericano de derechos humanos y analizar de manera sucinta los principales aspectos de este sistema hasta llegar al papel que desempeña su órgano judicial, la Corte Interamericana de Derechos Humanos, especialmente respecto a la figura del control de convencionalidad. Esta doctrina no se encuentra en el instrumento marco del Sistema Interamericano, la Convención Americana de Derechos Humanos, pero ha sido incorporada en el sistema a través de la jurisprudencia de la Corte Interamericana hasta convertirse hoy en día en una seña de identidad del sistema. El trabajo analiza en profundidad los argumentos de la Corte Interamericana para introducirla y desarrollarla como una pieza esencial en la efectividad en la protección de los derechos humanos en la región y contradice dichos argumentos y demuestra que su aplicación no tiene sustento legal, presenta muchos problemas y no es del todo efectivo en una mayor y mejor protección de los derechos humanos de las personas que se encuentran bajo la jurisdicción de los Estados que forman parte del Sistema Interamericano de Derechos Humanos.