El hecho de que el Derecho y la Relaciones Internacionales nacidos de las cenizas de la Segunda Guerra Mundial hayan experimentado un proceso de progresiva y sustantiva humanización queda probado con el establecimiento de una Corte Penal Internacional en 1998, a la que nuestro país contribuyó decisivamente. El volumen que el lector tiene en sus manos recoge las aportaciones al Seminario conmemorativo de sus 20 años celebrado conjuntamente por la AEPDIRI con el Ministerio de Asuntos Exteriores, su Asesoría Jurídica y la Escuela Diplomática. La obra no es la traducción directa de las mesas redondas constituidas para el acto de celebración, cuatro en total con sus respectivas ponencias, comunicaciones y relatorías, sino que ha sido vertebrada en atención a los temas sustantivos tratados en las mismas, a fin de ofrecer una mejor sistematización científica de los contenidos de manera que éstos compongan un trabajo útil de referencia a la hora de comprender a la Corte Penal Internacional del siglo XXI. En este sentido la obra aborda, en primer lugar y como planteamiento global de partida, la idea de cooperación en el Estatuto de la CPI, para adentrarse luego en tres campos más específicos que no sólo permiten, sino que demandan una reflexión actualizada desde el ámbito académico, pero también desde la práctica jurídica, a fin de contribuir a la mejora de la Corte y, en definitiva, a la protección de la humanidad frente a los crímenes más graves: el controvertido crimen de agresión, aún necesitado de un desarrollo importante; una reflexión actualizada respecto de las víctimas y su protección efectiva en el nuevo sistema diseñado por la CPI, como finalidad esencial que ésta nunca debiera olvidar; y por último, los crímenes no incluidos en la competencia de la Corte pero que presentan tal dimensión que han sido y podría seguir discutiéndose si debieran ser propuestos como crímenes sobre los que la Corte podría ejercer jurisdicción dentro del marco de sus competencias y con los límites de las mismas.